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Claretianos San José del Sur

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En el marco de las actividades realizadas en torno al camino trazado en la Línea Sur por el Padre Francisco Salinas, el sábado 15 de febrero, se presentó en la comunidad de Jacobacci el libro “Peñi Paco, Artesano del Reino”, un trabajo de más de 3 años de investigación y entrevistas llevado adelante por el comunicador y escritor Mariano Páez.
Mariano Páez es nacido en Mendoza y Comunicador de la Universidad de Córdoba, quien residió en Jacobacci junto a su esposa e hijos. Durante su paso por la facultad formó parte de “El Tambo”, y junto a otros y otras jóvenes estudiantes, visitó los parajes de la Parroquia de Jacobacci. Luego durante su residencia en la localidad fue conociendo la huella profunda del Padre Paco en el territorio.
En el marco de la presentación del libro en el salón parroquial “Ruka Mew” (nuestra casa en mapudungun), el periodista y escritor puso de relieve la conversión que experimentó Paco en su paso por esta localidad. Un pueblo históricamente excluido de las políticas de Estado, por ello en el contexto de una gran nevada en el año 1984, la Iglesia Católica, encabezada desde la diócesis de Viedma por Monseñor Miguel Hesayne, puso su mirada en el padecimiento de los pobladores rurales, en su mayoría pertenecientes al pueblo Mapuche.
En una zona donde los pobladores se dedican fundamentalmente a la cría de ganado caprino y ovino, durante la nevada perdieron todo y a partir de allí, se inició un proceso de acompañamiento y organización del pueblo mapuche, en el que el Padre Paco, Misionero de los Sagrados Corazones “se la jugó” por los pobres del Reino, junto a otros sacerdotes como Carlos Calgaro CMF que hizo lo propio desde la parroquia de Pilcaniyeu.
Lo experimentado en la presentación del libro, fue repasar, revivir y reconocer que Paco sigue andando entre nosotros a través de su legado. Concurrieron pobladores que lo conocieron y acompañaron en su paso por la localidad, pero también integrantes de la Fundación Concordia que financió la publicación de la obra, sacerdotes de los Sagrados Corazones, las hermanas Josefinas, vecinos pertenecientes al pueblo mapuche que aún hoy reconocen esa Iglesia que camina junto a otras expresiones de fe en la construcción de un mundo que ofrezca vida en abundancia para todos.
Paco marcó una huella profunda, pero además trazó un camino que aún hoy, nos anima a creer que no existen causas perdidas y que es indispensable jugarse por los pobres y excluidos. Quienes lo conocieron en persona o se aproximan a su historia, saben del poderoso legado, pero también los experimentan como una responsabilidad, recoger esa experiencia se hace indispensable para seguir siendo una Iglesia que como Paco, sea verdadera artesana del Reino.